Los traficantes extranjeros que operan en el país son primordialmente colombianos y mexicanos. Ellos hacen los pedidos a los citados países andinos y luego los distribuyen a sus clientes.
En la logística, cuentan con el apoyo de bandas locales encargadas de recoger los paquetes de coca en zonas estratégicas de ingreso, almacenarlos y transportarlos para su reenvío a los principales mercados.
Muy poca cocaína se queda en Costa Rica. Su consumo se limita al 0,4% de los hogares costarricenses, según información del Instituto sobre Alcoholismo y Farmacodependencia para el 2016.
La coca fluye por las costas
Los cargamentos más cuantiosos entran al país por vía marítima para luego seguir su destino por aire, tierra y también por mar hasta Estados Unidos y el Viejo Continente.
Pequeños barcos y lanchas rápidas trasiegan los encargos por las costas del Caribe y Pacífico, acercándose lo más posible a sus márgenes para despistar a los radares de seguridad.
Fuente: Instituto Costarricense sobre Drogas y Reporte sobre Tráfico de Drogas y Crimen Organizado en Costa Rica, Organismo de Investigación Judicial, 2013.
Por la zona caribeña arriba la mercancía embarcada en Bocas del Toro (Panamá). Por la Pacífica llega la colombiana e igualmente la panameña.
La coca que sí se queda en Costa Rica, se guarda en bodegas donde camiones y furgones la llevan por tierra hasta la frontera con Nicaragua, donde sigue rumbo al norte del continente. Otra parte se queda en suelo nacional para camuflarse entre contenedores de exportaciones agrícolas, que saldrán de Limón para atracar en puertos europeos, donde el precio del kilo es más alto.
Hacia el otro lado del Atlántico también viajan, en vuelos comerciales, pequeñas cantidades -no más de dos kilos- ocultas en el cuerpo o equipaje de los “burros”.
Una parte de esa droga no se descarga aquí. Los narcos, simplemente, paran para cargar combustible y continuar su ruta marítima al norte del continente, bordeando Guatemala o México.
Los destinos de la coca que sí sale de Costa Rica
Entre 2010 y abril pasado, los narcos lograron engañar a las autoridades costarricenses para sacar al menos 39.570 kilos de cocaína. Sin embargo, la droga nunca llegó a manos de sus clientes.Sus planes fueron frustrados por la policía de 20 países en tres continentes.
Los oficiales extranjeros determinaron -en 554 operativos- que la coca tuvo como punto de partida -o cambio de manos por última vez- en Costa Rica.
¿Dónde estaban los compradores? Es un misterio para 27.986 kilos (71% del total). Solo se tiene certeza de que los restantes 11.584 kilos se dirigían a 36 naciones distintas, donde destacan España y Estados Unidos.
A tierras ibéricas se impidió el envío de 5.062 kilos mientras a la unión americana no entraron otros 5.772.
Fuente: Base de datos propia con información de la Oficina de la ONU contra la Droga y el Delito, archivo de La Nación, Terminal de Contenedores de Moín y sentencias de la Corte Suprema de Justicia.
Cuanto más lejos estén los clientes de la coca, más lucrativa es la ganancia del narco. Vendido en Colombia un kilo cuesta $1.200, en Costa Rica sube a $6.000 y en Madrid su valor incrementa 62 veces. Por él se pagan $75.000
Cuanto más lejos estén los clientes de la coca, más lucrativa es la ganancia del narco. Vendido en Colombia un kilo cuesta $1.200, en Costa Rica sube a $6.000 y en Madrid su valor incrementa 62 veces. Por él se pagan $75.000
En el camino hacia otros 34 países se confiscaron 750 kilos más que salieron desde Costa Rica y cuyo sitio final de llegada eran, primordialmente, Guatemala e Irlanda.
La información proviene de cuatro fuentes diferentes. La primera es un análisis a la base de datos de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC, por sus siglas en inglés). A este ente, los países le reportan el origen, cantidad y destino de la droga decomisada en su territorio, así como el medio de transporte y lugar donde se escondía.
Como esa base carecía de registros a partir del segundo semestre del 2015 - y sobre incautaciones hechas en EE.UU. y otros países de América - este medio la complementó con datos tomados de noticias de operativos acontecidos entre 2010 y hasta abril de este año.
Además, se añadieron cifras suministradas por el Ministerio de Seguridad Pública e incluidas en seis sentencias por tráfico internacional de drogas, revisadas para esta investigación.
Fuente: Base de datos propia con información de la Oficina de la ONU contra la Droga y el Delito, archivo de La Nación, Terminal de Contenedores de Moín y sentencias de la Corte Suprema de Justicia.
¿Dónde se interceptan los envíos?
Colombia es la nación que inmoviliza más cocaína a los grupos narco que operan en Costa Rica. En 14 operativos atribuidos en 2014 y 2016, sus autoridades los despojaron de 11.768 kilos. Las incautaciones ocurrieron en aguas jurisdiccionales costarricenses y son producto de los convenios de patrullaje conjunto entre ambos países.
En el mismo lapso, en el puerto holandés de Róterdam también se dieron importantes golpes al crimen organizado. En cuatro distintos contenedores, procedentes del puerto de Moín, se descubrieron 11.629 kilos de coca, camuflados entre piñas de exportación.
"De tanto estar en esto, y hablar con tanta gente, estoy sorprendido de la magnitud del problema. Lo detectado es la punta del iceberg. Créame, hay gente infiltrada entre las navieras y transportistas dentro de las mismas empresas exportadoras" Edgardo González, presidente de la Cámara Nacional de Armadores y Agentes de Vapores (NAVE)
Mar permite travesía de grandes cargamentos
Nueve de cada 10 copiosos envíos de droga desde Costa Rica navegaron por rutas marítimas. En 63 operativos registrados en América y Europa -entre 2010 y este año- la mitad de los barcos atrapados llevaba encubiertos entre 112 y casi 5.000 kilos de droga.
Esa vía la aprovecharon un cubano y seis costarricenses para entregar coca a la mafia italiana, entre 2014 y 2015. Los paquetes iban entre yucas y piñas hasta los puertos de Filadelfia (EE.UU.) y Róterdam, Holanda.
A la banda le incautaron tres toneladas en cuatro operativos y la alerta internacional permitió al Organismo de Investigación Judicial detener a sus miembros en Heredia, Alajuela y Limón.
Por todas las vías posibles
Aunque no tan cuantiosos, en aviones comerciales llegaron a distintos países 702 kilos descubiertos en 460 acciones policiales.
Menos frecuentes han sido las confiscaciones por tierra. Apenas 12 por un total de 1.561 kilos. Cinco de ellas fueron reportadas ante la UNOCD por El Salvador, España y Rumania- Otras 7 las encontró La Nación en un rastreo de noticias.
Tráfico "hormiga" aterriza en Madrid
Pequeños paquetes con menos de dos kilos de cocaína, en promedio, intentaron pasar inadvertidos en 18 diferentes aeropuertos de seis países.
Ocurrió entre 2010 y 2015, cuando traficantes -nacionales y extranjeros- usaron aviones comerciales para remitir, desde aquí, 481 kilos de coca en encomiendas postales, encubiertos en equipaje o dentro de sus propios cuerpos.
Sin embargo, no engañaron a los oficiales aeroportuarios que, en 335 operativos detectaron la mercancía y reportaron su hallazgo a la oficina de las Naciones Unidas, encargada de recopilar datos sobre tráfico de drogas global.
El aeropuerto de la capital española: Adolfo Suárez, Madrid – Barajas fue el protagonista del 77% (258) de esas acciones. En una de ellas, en febrero de 2011, se hallaron diferentes sobres de correo que juntos acumulaban 100 kilos de droga.
Fuente: Base de datos propia con información de la Oficina de la ONU contra la Droga y el Delito, archivo de La Nación.
Los escondites predilectos
A simple vista era solo papel carbón, colocado entre las cajas de cartón que llevaban tubérculos de exportación hasta puertos de Estados Unidos, Bélgica y Holanda.
Durante un año, la treta funcionó. El agente a cargo inspeccionaba solo los productos y nada ilícito encontraba en ellos porque la cocaína no estaba allí.
En realidad, la droga estaba envuelta en el papel carbón, en forma de delgadísimas láminas. Sigilosamente, dos cubanos y tres costarricenses se encargaban de colocarla en al menos 100 de las 1.000 cajas que, regularmente, enviaban por medio de su legítima empresa. Una mampara.
Los cargamentos iban en contenedores, el método más sencillo de traficar grandes volúmenes de coca. A esa banda se le decomisaron 174 kilos en tres operativos internacionales entre 2014 y 2015. Atraparon a sus miembros y se les sentenció hasta por 13 años de cárcel.
Otros escondites favoritos son los barcos, que también permiten trasegar numerosos paquetes de droga. Los paquetes de correo también han servido de artimaña para los traficantes radicados en Costa Rica, se usaron y enviaron desde el país, considerablemente, entre 2010 y 2015.
Fuente: Base de datos propia con información de la Oficina de la ONU contra la Droga y el Delito, archivo de La Nación.
Casos curiosos
Para los narcotraficantes no hay obstáculo. En los lugares y productos menos pensados esconden droga. Siempre encuentran la forma de pasar cocaína burlando controles de aeropuertos, fronteras terrestres, puertos y aduanas. Además de su astucia se apoyan en infiltrados en puestos claves en navieras, terminales aéreas o la misma Policía.
"El tráfico de drogas, el lavado de dinero, los secuestros, las conspiraciones y las asociaciones para delinquir quienes las hacen son las personas. El eslabón débil de todo este proceso de crimen organizado es siempre el ser humano.” Álvaro Alpízar, presidente de la Alianza Empresarial para el Comercio Seguro (BASC, por sus siglas en inglés).