Por: Alvaro M. Alpizar; Presidente REX Cargo y BASC Costa Rica
En octubre del año 2006 Costa Rica, mediante representación diplomática en Bruselas, Bélgica, se comprometió a implementar el Marco de Estándares para Asegurar y Facilitar el Comercio (Marco SAFE) de la Organización Mundial de Aduanas (OMA). El Marco SAFE es el único método que promueven todos los miembros de la OMA para imponer orden, seguridad, agilización de procesos y que además mejora considerablemente la recaudación en las zonas de operación aduanera (puertos, fronteras y aeropuertos).
Al día de hoy, Costa Rica ha hecho casi nada para avanzar en los elementos del Marco SAFE que mayor valor aportan al país; en lo que respecta a las responsabilidades de la aduana y prácticamente todo el esfuerzo a lo largo de los últimos dieciséis años se ha enfocado exclusivamente en tratar de promocionar la figura del Operador Económico Autorizado (OEA). El OEA es un esquema mediante el cual la aduana, valida y supervisa empresas confiables mientras que los demás operadores económicos (No-Autorizados), sean confiables o no, se mantienen “operando” en las mismas condiciones desde mucho antes del año 2006. Esto en el caso de los operadores formales es costoso, inseguro y lento mientras que para los informales genera condiciones idóneas para la competencia informal y el fraude.
Con frecuencia, algunos grupos empresariales, buscan soluciones mediante la organización de encuentros, seminarios y hasta congresos relacionados con la seguridad de la cadena de suministro. Lamentablemente en muchos de estos casos, la conclusión final ha sido impulsar el uso de escáneres como única solución para combatir el narcotráfico y el contrabando, con la esperanza de que esta máquina sea la que hará la tarea, que al día de hoy; ni la tecnología más avanzada puede hacer sin la intervención humana.
Organizar encuentros empresariales para hablar sobre la situación de seguridad del país, presentar estadísticas de criminalidad y compartir la angustia generalizada; por lo general las conclusiones han sido: levantar una lista de solicitudes y reclamos al gobierno; que nunca serán suficientes mientras no exista un verdadero compromiso por parte de todos los actores.
Estos fenómenos golpean a todos los países en el mundo, independiente si son desarrollados o no, por lo tanto; Costa Rica no va a ser la excepción.
Los escáneres no son máquinas “detectoras” por sí mismas; eso es lo primero que nos debe quedar en claro. Vamos a pagar más, por una falsa sensación de seguridad si toda la estrategia se centra en esa tecnología. La seguridad se reduce al común denominador del riesgo; que son “la personas”. Está en nosotros asumir y cumplir con nuestra parte como eslabones de la cadena, con responsabilidad y de manera ordenada, aplicando “un método” comprobado, el cual no es infalible; pero la realidad es que hoy en día no existe nada mejor.
“La esperanza de querer estar mejor” no es un método, se requiere que todos los actores de la cadena de suministro establezcan medidas de seguridad recomendadas a nivel mundial, y solo así, cuidándonos los unos a los otros, vamos a recuperar el terreno que le hemos cedido al crimen organizado. Estas buenas prácticas están disponibles para todas las partes interesadas del comercio exterior desde el año 2006. “Es hora de hacer la tarea”.
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